Los dóberman son una raza muy sociable con las personas y fáciles de entrenar. Mucha gente cree que estos animales son naturalmente despiadados, lo que es falso. Son muy devotos a la familia y esa lealtad los vuelve guardianes. La clave radica en ser capaz de entrenar y corregir a este perro adecuadamente y sin temerle. Luego se convertirá en un compañero leal para ti y tu familia a lo largo de su vida.




Nivel de dificultad:
Moderadamente fácil

Instrucciones





Necesitarás

  • Collar de adiestramiento
  • Correa larga (de por lo menos 12 pies o 3,65 metros)
  • Obsequios

  1. Empieza a entrenar a tu perra cuando sea joven. La mejor edad para comenzar es a los seis meses. Esto no quiere decir para nada que no puedas entrenar a un perro mayor si fuera necesario. Simplemente es mejor comenzar cuando sean más pequeños para que tú y tu familia puedan socializar con ella y enseñarle a no ser sobreprotectora. La forma más conveniente de hacerlo es con un entrenamiento sencillo de obediencia.
  2. Comienza por identificarte a ti mismo y a los demás miembros de tu familia como los "líderes de la manada". Todo perro, sin importar la raza, hará un esfuerzo por apoderarse de la casa una vez que llegue. Es muy simple: tú tomas las decisiones. Tú decides cuándo come, cuándo duerme, incluso cuándo recibe cariño y afecto. Cuando te salte encima para llama la atención, enséñale a calmarse antes de atenderlo. Entrénalo usando una jaula si lo crees necesario; eso también le ayudará a entender que no debe hacer sus necesidades en la casa. Asegúrate siempre de ser el primero en salir cuando vayan a dar un paseo. Los perros siguen a los líderes.
  3. Haz que tu perra socialice con los demás. El proceso de socialización simplemente implica llevarla a distintos lugares y acostumbrarla a que conozca gente y otros perros con regularidad. Tal vez sea tímida al principio o incluso un poco sobreprotectora contigo. Pero con tus palabras de aliento y elogios, eso es algo que suele disiparse rápido. Antes de comenzar a entrenarla, debes lograr que tu perra se sienta cómoda contigo y con los distintos alrededores.
  4. Comienza enseñándole a tu perro a caminar correctamente con la correa usando un collar de adiestramiento. Deja que se adelante un poco con la correa larga. Cuando empiece a jalar la correa, dale un tirón con firmeza para llamar su atención y di la palabra "Quieto" en tono alto y claro, luego cambia de dirección. La idea es que se detenga, te mire y que cambie su rumbo contigo. Procura elogiarlo cuando así lo haga. Esta orden también funciona para enseñarle a caminar despacio a tu lado sin tener que jalarlo. Simplemente usa la misma técnica, pero sin cambiar la dirección. Luego de unas pocas correcciones con la correa, deberías ser capaz de ordenarle que se quede quieto sin tener que tirar de la correa para nada. No obstante, vuelve a usar siempre ese recurso para recordárselo a tu perro si llegara a distraerse.
  5. Dale pequeños obsequios para enseñarle las órdenes básicas. Las rebanadas de perros calientes son baratas y les gustan a todos los perros. Para entrenar a tu dóberman, córtalas en pequeñas rebanadas y ponlas en un paquete que puedas cargar en tu cintura para sacarlas con más facilidad. Haz que se siente para ti y recompénsala cuando esté sentada quieta, cerca tuyo y mirándote a los ojos. Esto se llama "atención concentrada". Continúa repitiendo la orden "siéntate" hasta que lo haga correctamente sin tener que empujar el extremo de su espalda hacia abajo.

  6. Enséñale la orden "abajo" cuando esté sentado. Párate a un lado para darle espacio, luego toma un trozo de perro caliente en la mano y básicamente guíalo hacia el piso con un movimiento mientras le dices "abajo". Debería seguir el perro caliente con el hocico a medida que estiras tu mano hacia el piso juste frente a él. Empuja sus omóplatos hacia abajo para ayudarlo. Luego recompénsalo dejando caer el obsequio entre sus piernas delanteras. Tendrás que hacerlo muchas veces, pero lo logrará si eres constante. Esta orden viene con una "permanencia automática", de modo que debería quedarse en esa posición hasta que lo liberes con la orden "¡De acuerdo!". Sigue repitiendo la palabra "abajo" mientras se encuentre en esa posición, así sabrá que quieres que se quede así hasta que le pidas lo contrario. Cuando digas "¡De acuerdo!" deberías hacerlo con un tono muy alegre y optimista.